martes, 7 de septiembre de 2021

El Venado de Oro Un dios hecho por Ee Conjuro De: Kwererkartel, Nicolás Fester y Tayika.

 

El Venado de Oro Un dios hecho por Ee Conjuro De:   Kwererkartel, Nicolás Fester  y Tayika.

Jose  Gregorio  Cassiani  Herrera

(Barranquilla, Colombia 1989)

El lamento de una etnia, bajo el

Yugo de los esclavizadores,

Guardaron su identidad.

(Jose Cassiani.).

 

A las once de la mañana caminábamos por toda la plaza del pueblo del Luruaco, y a su vez por todos los rincones del pueblo (todas las casas) en busca de más historias del legado cultural que su padre Indígena, los hermanos Africanos y los occidentales habían dejado en las memorias (mentes) de sus descendientes.

La expedición continuaba, en esa búsqueda de los conocimientos ancestrales, culturales, cotidianos de los Luruaqueros. De tal forma que Caminando y preguntando por todo el pueblo a cada habitante que nos encontráramos en el camino sobre su conocimiento heredado y ocultos.

Después de horas de estar recogiendo datos, un habitante nos contó una de las historias más reconocidas, por todos los Luruaqueros, la leyenda del Venado de Oro, que a ellos les hace reconocer, como padre espiritual a ese Indígena, llamado, Kwererkartel (cacique Aruaco), quien fue el fundador del Luruaco, a finales del siglo XVII.

 Ya estando en el territorio, el cacique y su gente, empezaron a construir sus chozas para crear su resguardo indígena, en esa zona pantanosa. Decidió quedarse en ella para que su comunidad tuviera un nuevo lugar, después de haber salido del departamento del magdalena (pueblo de tucurinca) por las fuertes guerras que tenían con los colonizadores, que los desterraban de su mundo. Por ello tuvieron la necesidad de salir y buscar un nuevo hogar.

Luego de la huida que emprendieron por los conflictos que eran el pan de cada día. Tuvo que hacer un Venado de Oro con la ayuda de la anciana mayor, conocida como Tayika (madre de todos) y el afrodescendiente Nicolás Fester (cimarrón), quienes con su conocimiento de los diferentes dioses de sus comunidades africana e indígenas, crearon con todo sus poderes espirituales un Venado de Oro, que sería el dios de todos los habitantes del resguardo indígena y del palenque de Tabacal. Que este nuevo dios unificado por dos etnias diferentes pero unidas en contra de la esclavitud de aquella época. Le pidieron a su dios el Venado que hiriera a cada conquistador que quisiera acercarse a su nuevo hogar, utilizando los más fuertes poderes de él, mandándole enfermedades a todos los esclavistas. Esto lo hacia ese dios con la única condición que lo consagraran ungiéndole flores exóticas aromatizadas, sacrificios, conjuros y rezos; el cacique y Nicolás eran los únicos que podía hablar directamente con el dios (el venado de oro) que estaba en la cima de una montaña, donde se encontraba el santuario sagrado.

Los pobladores iban allí a pedir por sus familias y fuerzas para luchar si algún día hubiera una guerra, como la que escuchaban de los indígenas del sur que llegaban a hacer trueques (cambios de cosas) y pedirle fuerzas para luchar contra sus enemigos, al dios de este pueblo, le pedían  poderes sagrados a través de conjuros que solo Nicolás, el cacique y la anciana mayor (mujer sabia “bruja y hechicera”) eran quienes conocían todos los conjuros, para que el dios les diera un poco de su poder espiritual; para luchar con agentes espirituales (soldados de guerras). El venado de una u otra forma cumplía sus peticiones.

Después de muchos años de estar habitando en el pueblo del Luruaco vinieron los problemas que azotaban a las diferentes comunidades indígenas y africanas, con las guerras, las conquistas del hombre occidental, quienes buscaban el oro y todos los minerales preciosos que hubiera en el territorio. Los pobladores lucharon contra ellos, pero su lucha no fue muy buena porque no tenían las mismas armas para defenderse, ya que la de los occidentales eran más avanzadas (armas de fuego) y las de ellos solo eran las flechas y  cerbatanas, por lo tanto ellos tuvieron la necesidad de esconderse en lo más lejos que pudieran de la plaza central del pueblo, yéndose a las montañas donde estaba el venado de oro que los occidentales nunca pudieron ver, pero sabían que existía, porque a unos que pudieron capturar le tuvieron que decir todo lo que sabían de su gente. Los occidentales seguían asechando contra los Luruaqueros, mandando a los africanos que tenían en su poder a hacer excavaciones por todo el pueblo, para encontrar oro y otros objetos valiosos, pero ellos no contaban con la astucia del cacique Aruaco, Nicolás y la Anciana mayor, quienes juntos convocaron a su dios pidiéndole muchos poderes para hacer el conjuro más grande que nunca pudieran deshacer nadie ni siquiera ellos mismos.

Estos hicieron un conjuro fuerte, que se trataba de esconder a su dios el venado de oro en lo más profundo de la tierra Luruaquera, para que no se llevaran lo último  valioso que les quedaba, ese venado grande de oro puro, por lo cual ellos no entendían por qué los esclavizadores buscaban el oro, debido a que no conocían el verdadero valor del oro y su importancia como los occidentales que luchaban por llevarse todo el oro que encontraran; el conjuro se llevó a cabo después de cinco horas de rezos fuertes, consistía  en guardar al venado debajo de la tierra en un lugar donde ellos mismo no lo pudieran encontrar, y solo con la condición  que si necesitaban que apareciera después de las guerras este venado en el lugar donde estaba enterrado brotara una flama de fuego brillante, y solo podía ser sacado de su lugar con un rezo en conjunto de Nicolás Fester, Kwererkartel y Tayika la anciana mayor.

Tiempo después que las guerras cesaron, los afro-indígenas pensaban en su dios y querían que volviera a aparecer, para hacerle sus rituales presenciales y no como los estaban haciendo en todo ese tiempo en el cual solo el creer en algo que ya no estaban viendo era difícil, pero si sabían que existía.

Los rituales y rezos que hacían no funcionaban, porque mucha gente estaba perdiendo la credibilidad en ese dios, ya que no lo podían ver como antes del GRAN CONJURO, realizado por Nicolás Fester, Kwererkartel y Tayika la anciana mayor, quienes tenían la mayor autoridad espiritual. Seguían y seguían rezado y nada que aparecía el VENADO DE ORO.

Un año después de estar rezando se escuchó una voz que decía - hay vienen los bandidos occidentales, corramos por nuestras vidas. los que escucharon corrieron a ver si era verdad y, así fue, apareció la mujer pero sin Nicolás y Kwererkartel, y muchos preguntaron ¿en dónde están nuestros padres?, la anciana respondió—a ellos se los llevaron los occidentales y los acecinaron—¿entonces qué será de nosotros si ellos murieron y nuestro dios no aparecerá? preguntaron los habitantes

El pueblo tuvo de nuevo que presenciar una nueva guerra, la cual fue más fuerte que las anteriores, ya que en ella murieron Nicolás Fester y Kwererkartel, autoridades espirituales. Los pobladores que quedaron siguieron los consejos de la anciana mayor “Tayika”, quien les dijo que debían hacer un santuario sin el Ninguna imagen del VENADO DE ORO, ya que no lo podían traer de nuevo al pueblo, porque el GRAN CONJURO ella sola no lo podía deshacer. De esa manera los  afro-indígenas se quedaron sin la protección directa del VENADO de Oro.